La Stop Online Piracy Act y la Protect IP Act están captando más atención negativa, a medida que los grandes sitios web como Google, Wikipedia, WordPress, Reddit, Yahoo, Mozilla, Twitter y Facebook entre otros... están en contra dela ley estadounidense.
Pero muchos no tienen claro aún qué son SOPA y PIPA, y por qué las luminarias de la tecnología se han unido para frenar una legislación planteada para detener las infracciones contra los derechos de autor. Trataremos de explicárselo en seguida.
SOPA y PIPA: Datos básicos
Las compañías de medios siempre están buscando formas de combatir la piratería. Han probado denunciando a usuarios individuales, haciendo que los proveedores de servicios de Internet (ISPs) tomen medidas contra sus propios suscriptores, y colaborando con el gobierno de los Estados Unidos. Pero ninguna de estas acciones ha detenido que sitios en otros países, como The Pirate Bay y MegaUpload sigan ignorando el copyright, ni han prevenido a los usuarios de Internet de acceder a dichos sitios.
Entonces apareció la SOPA, en el Congreso de los Estados Unidos, y la PIPA, en el Senado. Ambos proyectos están apuntados a sitios web de otros países que infringen el material protegido. Ambas propuestas suelen asociarse a la piratería de medios, pero también se aplican a contrabando de productos para el consumo y medicamentos.
En un inicio, ambas propuestas brindaban dos métodos para combatir la violación de copyright en sitios web extranjeros. En un método, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos podía pedir órdenes judiciales para pedirle a los proveedores de servicios de Internet que bloqueen los nombres de dominio de los sitios infractores. Por ejemplo, Comcast podría impedir que sus usuarios ingresen a thepiratebay.org, aunque la dirección de IP detrás del dominio todavía sería accesible. Esta provisión de bloqueo por ISP fue una de las mayores preocupaciones entre expertos en seguridad en Internet, y tanto SOPA como PIPA la terminaron abandonando.
La otra herramienta permitiría a los titulares de derechos solicitar órdenes judiciales pidiendo a los proveedores de pago, anunciantes y motores de búsqueda que dejen de hacer negocios con los sitios infractores. En otras palabras, los titulares de derechos podrían solicitar que se corte el financiamiento al sitio web infractor, y que los enlaces de búsqueda a ese sitio sean retirados. El sitio en cuestión tendría cinco días para apelar cualquier acción llevada a cabo.
Aunque las propuestas presentadas en el Congreso y el Senado son similares, SOPA es la más extrema de las dos. Define a un “sitio extranjero infractor” como cualquier sitio que está “cometiendo o facilitando” la violación de copyright, y en cambio PIPA se limite a sitios con “ningún otro uso significativo que” infringir contra el derecho de autor. Hay más detalles sobre SOPA y PIPA en la Biblioteca del Congreso estadounidense.
Argumentos a favor y en contra de SOPA y PIPA
Los opositores a SOPA y PIPA creen que ninguna de las legislaciones hace lo suficiente para proteger al denunciado de falsas acusaciones. Como explica la Electronic Frontier Foundation, las provisiones en el proyecto otorgan inmunidad a los procesadores de pago y redes de publicidad que bloquean a los sitios basados en un indicio razonable de infringimiento, de forma que, aunque los alegatos resulten ser falsos, sólo el sitio web sufre. “El estándar para inmunidad es increíblemente bajo y el potencial para que abusen de ella se sale de proporción”, dice la EFF.
Mientras tanto, los sitios que alojan contenido generado por los usuarios sentirán la presión de monitorear de cerca el comportamiento de sus miembros. Dicho monitoreo ya ocurre en sitios grandes como YouTube, pero podría ser un gran gast para las empresas que recién comienzan, agrega la EFF.
Algunos críticos más progresivos han dicho que las compañías de medios están tratado de legislar su salida de lo que en realidad es un problema propio de su modelo de negocio. “Como hemos visto una y otra vez, el ‘ataque’ más exitoso (de lejos) contra la piratería son las asombrosas nuevas plataformas que dan a los usuarios lo que quieren, como Spotify y Netflix”, escribe Mike Masnick de TechDirt.
Los que apoyan a SOPA y PIPA argumentan que las profecías de una Internet “rota” están exageradas. Cary Sherman, CEO de la Recording Industry Association of America, escribió que SOPA define con claridad a los sitios infractores, basada en términos de la Corte Suprema de los Estados Unidos y la Digital Millenium Copyright Act, y requiere que los titulares de derechos sigan un juego de reglas estricto al tratar de obtener la retención del pago a los sitios infractores. Las falsas acusaciones, dice Sherman, “pueden resultar en daños, incluyendo costos y honorarios de los abogados”.
Sherman también señala que las acciones previas contra los sitios infractores, como el caso de MGM vs. Grokster de 2005, desencadenaron predicciones apocalípticas similares de la indutria tecnológica, y aún así la innovación en música digital ha florecido desde entonces.
¿Quién está a favor y quién en contra de SOPA y PIPA?
El representante republicano texano Lamar Smith es el autor de la SOPA, que está respaldada por 31 co-patrocinadores en el Congreso estadounidense. El senador demócrata Patrick Leahy redactó la PIPA, que tiene 40 co-patrocinadores en el Senado. ProPublica tiene una lista más visual de la distribución del apoyo en las dos cámaras legislativas.
La Casa Blanca ha expresado sus preocupaciones sobre las propuestas en su estado actual, escribiendo en un comunicado que “cualquier legislación efectiva debería reflejar a un amplio rango de implicados, incluyendo a todos desde creadores de contenido a los ingenieros que construyen y mantienen la infraestructura de la Internet”.
En cuanto al ámbito privado, la lista de empresas que apoyan la SOPA consiste sobre todo en compañías de medios, incluyendo sellos discográficos, cadenas de televisión, estudios de cine, y editores de libros. Algunas compañías interesadas en combatir las ventas de otros bienes de contrabando, como el fabricante de productos de belleza Revlon o la farmacéutica Pfizer, también integran la lista.
La oposición a la SOPA y PIPA es fuerte en el sector tecnológico. Una carta abierta a Washington manifestándose en contra de la legislación estaba firmada por los fundadores de Craigslist, eBay, Google, Mozilla, Twitter, y Wikipedia, entre otros.
En el medio están las compañías que trabajan en la intersección de medios y tecnología. Muchos editores de videojuegos se han mantenido reservados sobre el tema, mientras que su agrupación, la Entertainment Software Association, apoya las propuestas. La Business Software Alliance apoyaba en un principio el proyecto de ley, pero retiró su respaldo tras decidir que la legislación había ido demasiado lejos. En cuanto a Apple y Microsoft, ambos miembros de la BSA, pues Apple no se ha manifestado en público ni a favor ni contra la SOPA ni PIPA, mientras que el Microsoft ahora dice oponerse a la SOPA “como se plantea actualmente“.
¿Dónde están SOPA y PIPA ahora?
Ambas propuestas legislativas han recibido un golpe duro la semana pasada, puesto que sus autores han decidido retirar las provisiones que piden a los proveedores de servicio de Internet bloquear los nombres de dominio de los sitios infractores. SOPA, que todavía tiene que salir de una comisión al interior del Congreso estadounidense, estaría demorada por ahora, aguardando correcciones por parte de sus autores. El congresista republicano californiano Darrell Issa ha propuesto un proyecto alternativo que es mucho más cerrado en enfoque.
La votación en torno a la PIPA, sin embargo, está programada para iniciarse el próximo martes 24 de enero en el Senado de los Estados Unidos.
Para pensar:
Utilizamos Internet cada día. Estamos acostumbrados a buscar y encontrar toda la información que necesitamos. No podemos imaginar cómo sería una web con contenidos censurados, sitios bloqueados y restricciones severas. Como muchos sitios web, nos unimos a esta manifestación virtual para acompañar la defensa de nuestras libertades. Es indispensable que tomemos conciencia y entre todos defendamos nuestro derecho a compartir, saber, informar e informarnos, en definitiva a expresarnos sin restricciones.
No son los derechos de los autores los que se proponen defender con estas leyes restrictivas, son los intereses de grandes empresas que no pueden cambiar sus viejos modelos de negocios y no saben o no pueden adaptarse a las nuevas tecnologías.
Fuente: PCWord.
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